Ayudar a crear un panegírico significativo
por el Dr. Alan D. Wolfelt
Planificar un funeral significativo y personalizado es una de las tareas más importantes que emprenderás en tu vida. Piensa en el funeral como un regalo para la persona que ha muerto. Es tu oportunidad de pensar y expresar el valor de la vida que se vivió.
Cuando es personalizado, el panegírico es quizá el elemento más memorable y sanador de la ceremonia funeraria. Este artículo te ayudará a elegir a la persona adecuada para pronunciar el elogio y te dará consejos para escribirlo y presentarlo.
¿Qué es el panegírico?
También llamado recuerdo, el elogio es el discurso o presentación durante la ceremonia funeraria que habla de la vida y el carácter de la persona que murió. El elogio reconoce la vida única de la persona que murió y afirma la importancia de esa vida para todos los que la compartieron. El elogio suele durar entre 15 y 20 minutos, aunque también pueden ser adecuadas presentaciones más largas.
¿Quién presenta el panegírico?
El elogio puede ser pronunciado por un clérigo, un familiar o un amigo de la persona fallecida. En lugar de un elogio tradicional pronunciado por una sola persona, puedes optar por pedir a varias personas que hablen y compartan sus recuerdos. También hay una tendencia creciente a que los asistentes al funeral se pongan en pie y compartan un recuerdo de la persona fallecida. Esto funciona bien, sobre todo en reuniones más pequeñas o menos formales.
¿Y si la persona que presenta el elogio no conocía realmente a la persona fallecida?
Ten en cuenta que el panegírico no tiene por qué pronunciarlo la persona que dirija el servicio. Sólo es apropiado si el clérigo u otra persona que dirija la ceremonia conoce bien a tu familia y puede hablar personalmente de la persona fallecida. Si el clérigo no conocía a la persona fallecida, es mucho más significativo que sea un familiar o un amigo quien pronuncie el elogio. O puedes pedir a varias personas que hablen.
Si tu familia se siente reconfortada con un sermón religioso durante la ceremonia, pide a un clérigo que lo pronuncie. Sólo asegúrate de que otra persona (o varias) pronuncie un elogio personalizado además del sermón.
Si tienes que elegir a alguien que no conociera bien a la persona fallecida, esfuérzate por compartir con él anécdotas y recuerdos que sean importantes para ti. Pregúntate: “¿Qué me llama la atención de la vida de esta persona?”. “¿Qué recuerdos especiales me gustaría compartir?”. “¿En qué momentos me sentí especialmente unido a esta persona?”¿Qué cualidades admirables tenía esta persona?
¿Qué debe decirse durante el panegírico?
Ya hemos destacado que los mejores panegíricos son personalizados. Incluyen recuerdos y anécdotas de la vida de la persona. También intentan captar la personalidad. Si la persona que murió era amable, el panegírico dará ejemplos de esa amabilidad. Si la persona que murió tenía buen sentido del humor, el panegírico podría relatar anécdotas o expresiones divertidas.
Sin embargo, el elogio no tiene por qué abarcar todos los aspectos de la vida de la persona. De hecho, a menudo los mejores elogios son los que se centran en los pensamientos y recuerdos personales del elogiador. Intenta reconocer a las personas más cercanas a la persona fallecida, así como los logros importantes de su vida, pero no te sientas obligado a crear una biografía exhaustiva.
Ten en cuenta también que la palabra elogio procede del griego eulogia, que significa alabanza o bendición. Es el momento de dar gracias por la vida de una persona y de honrar su memoria. No es el momento de sacar a relucir recuerdos dolorosos o difíciles, sino de destacar lo bueno que podemos encontrar en todas las personas.
Algunos consejos para los elogiadores
Escribir y pronunciar un elogio es un gesto cariñoso e importante que merece tu tiempo y atención. Aunque la tarea pueda parecer desalentadora en este momento, verás que en cuanto empieces a apuntar ideas, tu panegírico cobrará forma de forma natural. Después, muchos de los asistentes al funeral te agradecerán tu contribución, y tu elogio será siempre apreciado por la familia y los amigos de la persona fallecida.
Aquí tienes algunas ideas para empezar.
- Sé valiente. La idea de escribir un discurso y presentarlo en público produce ansiedad a muchas personas. Deja a un lado tus miedos por ahora. Puedes hacerlo. Concéntrate en la persona que murió y en el regalo que harás a todos los que la conocieron y la querían.
- Piensa. Antes de empezar a escribir, da un largo paseo o conduce y piensa en la vida de la persona fallecida. Esto te ayudará a ordenar tus pensamientos y a centrarte en la redacción del elogio.
- Lluvia de ideas. Dedica media hora (más si quieres) a escribir todos los pensamientos, ideas y recuerdos que te vengan.
- Pide a los demás que compartan sus recuerdos. Una buena forma de incluir a otras personas en la ceremonia es pedirles que compartan sus pensamientos y recuerdos, que luego podrás incorporar al elogio.
- Mira las fotos. Ojear los álbumes de fotos puede recordarte cualidades y recuerdos importantes de la persona fallecida.
- Escribe un borrador. Una vez que hayas tenido una lluvia de ideas y hayas recopilado recuerdos, es hora de escribir el primer borrador. Ve a un lugar tranquilo y escríbelo todo de una sentada, de principio a fin. De momento, no te preocupes por que quede perfecto, simplemente ponlo por escrito.
- Déjalo reposar. Si tienes tiempo, deja reposar el borrador de tu panegírico durante unas horas o un día antes de revisarlo.
- Pide una segunda opinión. Haz que otra persona -preferiblemente alguien cercano a la persona fallecida- lea tu borrador en este momento. Esta persona puede hacerte sugerencias de revisión y ayudarte a evitar decir inadvertidamente algo que pueda ofender a los demás.
- Refínalo. Lee tu primer borrador. Busca frases incómodas o una redacción rígida. Mejora las transiciones de párrafo a párrafo o de pensamiento a pensamiento. Encuentra adjetivos y verbos que capten realmente la esencia de la persona que murió.
- Presenta tu panegírico con amor. Ahora tienes que presentar tu panegírico. Puede que te pongas nervioso, pero si consigues centrarte en la persona que ha muerto y no en tus propios miedos, te relajarás. Si te derrumbas mientras hablas, no pasa nada. Todo el mundo lo entenderá. Para unos segundos, recupérate y continúa.
- Habla alto. Es muy importante que hables claro y alto para que todos puedan oírte.
Unas palabras finales
De nuevo, la palabra elogio significa “alabanza o bendición”. Tu voluntad de ayudar a crear un elogio personalizado y significativo es, de hecho, una bendición muy real.
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